Sí, a David Van Bylen se le conoce -en todo el indierio nacional- porque es el cantante de la banda dance-rockista Estereotypo, pero también por ser uno de los DJS, productores y remezcladores que mejor han entendido, sustanciado e interpretado las necesarísimas sinergias entre el pop y la electrónica. Sin duda es reconocido como el remixer número uno, y de referencia de la independencia sónica patria; gracias a él -y a sus más de 100 remixes y mashups publicados– el indie nacional se baila -en clubs y festivales- y de qué manera. Su diestra y valiente mixtura de estilos -en el que hay lugar para pop, rock, indie, electrónica, disco, funk, soul, house, jazz, hip-hop, electro, etc.- convierte su sonido en un crisol divertido e irresistible con una querencia clara hacia el club. Imprevisible, inclasificable y colorido, así es el sonido de David Van Bylen, y de este ‘Disco su Soleil’ que, ahora presenta en público, y que supone un paso denodado y fundamentado hacía lo electrónico.
Texto: Fernando Fuentes
-Alo David, se te conoce en todo el indierio nacional- porque ser el cantante de la banda dance-rockista Estereotypo, pero también por ser uno de los DJS, productores y remezcladores que mejor han entendido, sustanciado e interpretado las necesarísimas sinergias entre el pop y la electrónica, ¿cómo se compatibiliza una cosa con la otra, sin morir en el intento?
Son mucho más compatibles de lo que parece, y se alimentan mútuamente. La experiencia en un campo se aprovecha en el otro. Os sorprendería lo mucho que me ha aportado la experiencia de pinchar a la hora de componer, producir, remezclar, o decidir el set list de un concierto. Y aparte, a la hora de girar, más de una vez me ha resultado muy útil poder coordinar ambas cosas. No voy a negar que hay momentos en los que uno se siente desbordado (de hecho por eso mismo está Estereotypo un poco más parado que de costumbre últimamente) pero en realidad todo rema en la misma dirección.
-Eres el remixer número uno y de referencia de la independencia sónica patria, ¿te consideras uno de los culpables de haber conseguido llevar a los indies a quemar zapatilla en la pista de baile?
Tanto como culpable no sé, pero admito que he proporcionado facilidades (Risas). Yo solo quería maridar dos demandas: la de escuchar hits indies coreables y la de bailar sintiendo el poder de un ritmo potente con groove y una estructura de club. Una máxima que ha regido prácticamente toda mi actividad musical en estos últimos años.
-Más de 100 remixes y mashups te avalan… ¿cuál de ellos recomendarías a los no iniciados? ¿Y a los más iniciados? ¿Por qué, por ejemplo, nunca te has atrevido con Los Planetas?
En realidad sí me he atrevido. Hice hace unos años un remix muy maquinero de Los Planetas que metí en algunas sesiones pero luego descarté porque no me gustaba y me daba la impresión de que no funcionaba nada bien en la pista. Sin embargo, muchos djs de la escena me lo han pedido y acabé compartiéndolo, y curiosamente ha resultado ser uno de los más demandados y que más embajadores tiene (Risas). Aún con todo yo sigo sin pincharlo porque no me mola. En cuanto a las recomendaciones… para los no iniciados lo mejor es que cada uno empiece por su tema (original) favorito y sienta el poder del enfoque clubero. Por otro lado a los más iniciados les recomendaría que exploren lo menos conocido, lo menos obvio (remixes a The Leadings, Dorian, El Columpio Asesino, Russian Red, Soraya, …), seguro que se llevan buenas sorpresas. Está todo en www.davidvanbylen.com
-En tu imaginario sonoro -diestra y valiente mixtura de estilos- hay lugar para pop, rock, indie, electrónica, disco, funk, soul, house, jazz, hip-hop, electro, etc.- y todo ello convierte tu sonido en un crisol divertido e irresistible con una querencia clara hacia el club, ¿en la variedad está el gusto?
Quiero pensar que sí. En realidad es algo que no puedo evitar. Me apasiona música muy diversa y me resulta muy difícil renunciar a parte de ella. Por otro lado, por lo que he ido observando en estos últimos años de experiencia en cabinas de toda índole, creo que la demanda por parte del público también va por ese camino, el del eclecticismo, la variedad, el freestyle, o como cada uno lo quiera llamar.
-Este ‘Disco su Soleil’ que, ahora presentas en público, supone un paso denodado y fundamentado hacía lo electrónico, ¿quiere decir que ahora tu sonido estará más orientado a los clubs que a esos espacios indie-dances más habituales?
En realidad, llevo bastante tiempo dando pasitos hacia lo electrónico. Provengo del rock y del pop, de tocar en bandas guitarreras desde mi adolescencia. Con mi último proyecto grupal (también el más conocido, Estereotypo) ya planteamos desde el principio esa fusión de rock, pop y electrónica que tanto nos apasionaba en ese momento. A partir de ahí he ido adentrándome cada vez más en el universo de la electrónica, algo desconocido para mí no hace tantos años, aunque no lo creáis. Y es cierto que éste ha ido adquiriendo cada vez más protagonismo, tanto en lo que escucho como en lo que produzco. Por otro lado, tanto mi experiencia como mi (digamos) “figura artística” (productor, remezclador, dj) me devuelven constantemente a este terreno, el del club, que cada día reconozco más como “mi sitio”.
-Lo que es una evidencia es que este álbum es un disco con la capacidad de hacernos felices (bailando) desde la sorpresa y el riesgo, ¿era uno de sus objetivos fundamentales? ¿Cuáles más?
Lo de hacernos felices bailando digamos que es un factor común a todo lo que hago desde hace años, yo lo considero una de mis señas de identidad musical. La sorpresa y el riesgo, más que objetivos, han sido la consecuencia y el medio. Tenía muchas ganas de hacer música sin requisitos “comerciales” del tipo canción de 3 minutos, con estructura “radio-friendly” de estrofa y estribillo, letra, videoclip, etc. que al final es lo que casi siempre he acabado haciendo tanto para mi banda como en los encargos de producción y/o remezcla que recibo. De ahí que me haya auto-concedido esa libertad de que cada tema salga como tenga que salir, que es lo que me ha permitido disfrutar mucho haciendo este disco (ahí tenéis otro de los objetivos). Lógicamente, hacer algo que a priori no encaja en la radiofórmula y/o lo que nadie se espera conlleva sorpresa y riesgo.
-Sin duda lo primero que se percibe tras la escucha de los temas de ‘Disco du Soleil’ es la libertad total y descarada desde la que ha imaginado este álbum y lo has ido pariendo, ¿es para ti fundamental poder trabajar sin ataduras de ningún tipo para poder llegar a conseguir lo que realmente quieres?
Para mí ha sido fundamental en este momento sobre todo para disfrutar haciéndolo. No descarto en otro momento hacer un disco más pop, o orientado al hit (nunca digas de esta agua no beberé), pero en este momento no me apetecía absolutamente nada enfrentarme a un disco con este objetivo. También he de decir, que además de ser más divertido, trabajar sin ataduras te puede llevar a resultados más sorprendentes e inesperados, lo cual es muy satisfactorio.
-Aquí suena electro y disco, pasando por house, deep house, tech-house, nu-disco, french disco, funk, r&b o hip hop y siempre con el pop en el centro de su misma alma, ¿todo siempre empieza y termina en el pop?
Me imagino que sí. Debe ser algo que llevo en los genes. Creo que, aunque me pusiera a hacer techno, acabaría siendo techno popero, techno melódico y happy (Risas).
-Si tuvieras que definir tú mismo el sonido de este ‘Disco du soleil’, ¿cómo lo harías?
Pues como ya he hecho con el propio título del disco: Música disco soleada.
-Todo el disco está bajo un potente influjo internacional -en el que podemos atisbar aires clásicos (de Moby, Daft Punk o Fatboy Slim) perfectamente sinergiados con nuevas propuestas de artistas como Disclosure, Justice, Miami Horror, AlunaGeorge o Flume. ¿En ese equilibrio entre lo clásico y lo avant es donde te encuentras más a gusto?
Sin duda. Podríamos decir que lo avant es lo que me mueve, lo que me empuja a descubrir y experimentar. Lo clásico lo llevo dentro y siempre sale, tanto si quiero como si no.
-Sabemos que todo lo que suena en este disco te lo has cocinado tú solito, y de principio a fin. Aquí no hay trampa, ni cartón. ¿Crees que el público en general, y la prensa, sabemos valorarlo? ¿Qué piensas de los “ghots-producers” tan al día en estos tiempos que corren?
Hasta hace relativamente poco, ingenuo de mí, creía que lo de sin trampa ni cartón era la norma. Y como yo, creo que el público en general se entera de poco. Es normal, porque es a lo que estamos acostumbrados porque en realidad en el mundo hay teatro por todas partes (ya lo decía Calderón de la Barca hace siglos), y la música no iba a ser menos. Además, creo que de un tiempo a esta parte nos hemos vuelto tolerantes. Recuerdo en mi niñez que lo de Milli Vanilli fue un escándalo. Hoy es sabido que muchas estrellas del pop o la electrónica no crean su propia música (a veces ni saben hacerlo) y a todo el mundo le parece bien. En cuanto a los “ghost producers”, yo los veo como productores que trabajan por cuenta ajena. Está claro que en un oficio artístico y creativo como es el de hacer música, lo ideal y lo que a todo el mundo nos gustaría es trabajar por cuenta propia, sacar nuestros propios discos y que la gente escuche nuestra música sabiendo que es nuestra, pero entiendo que cuando eso no se consigue (o no lo suficiente para continuar en el oficio) uno se plantee seguir haciendo música de esta otra manera. Yo mismo lo haría, desde aquí os lo digo. Prefiero trabajar por cuenta ajena que no trabajar. No quiero dejar de hacer música.
-Un infeccioso groove -funky hasta la médula-, destaca en temas como la pegadiza, soleada y naif ‘Kindergarten’ y ese ‘Love 24h’ que es un descarado tributo al gran Jacko; la indolentemente marciana y nu-rave-houssie classy ‘Disco du soleil’ y la muy daftpunkiana ‘Black Boots’ y todo ello siempre sobre una producción impoluta y perfectamente alicatada. Esto tres temas parecen una declaración de intenciones sobre lo que David Van Bylen es y será de cara al presente y al futuro inminente, ¿es así?
Ciertamente estos temas son un buen resumen del punto en el que me encuentro en este momento.
-En ‘No Reason’ muestras tu cara más pop y 90s, aquí canta sobre nubes sintetizadas y lo hace desde su elegante y amplio corazón. Parece uno de tus temas favoritos, ¿lo es? ¿Por qué?
Le tengo cariño porque conseguí hacer un tema pop (¿que este sí que encaja en la radiofórmula, eh?) de forma espontánea, ágil, fresca, sin habérmelo propuesto, y disfrutando mucho en el proceso. Cuando algo sale así, fácil, fluye… te deja una buena sensación.
-Nos ha llamado la atención, sobre todo, la sofisticación deep-house de ‘M J is in da house’ y ‘Don’t look at the mirrorball’, un compendio de disco-house-synth pop absolutamente delicioso de principio a fin. ¿A la felicidad por la electrónica y el baile?
Si te digo que este tipo de temas me salen como churros… El feedback recibido sobre estos temas ha sido para mí la gran sorpresa de este disco. Tenía muchos más bocetos en esa línea, pero los aparqué porque no era consciente de su potencial. Está claro que no tuve visión (Risas).
-Para terminar David, ¿dónde lo presentarás en los próximos tiempos? ¿En qué formato lo harás? ¿Festivaleo, clubs y demás a la vista en este inminente verano?
De momento, a corto plazo, los presentaré únicamente en formato dj set. Tengo proyectado desde hace tiempo preparar un directo con varios instrumentos/máquinas e incluso más músicos, pero voy a esperar a que haya demanda para no quemarlo antes de tiempo. Este verano he tenido la suerte de entrar en algunos festivales importantes, como el BBK Live, el Metropoli by Tesla, y algunos más que aún no puedo anunciar, así que tengo la intención de aprovecharlos y disfrutarlos al máximo. Os invito a informaros de estas nuevas confirmaciones en mi web www.davidvanbylen.com o en mi página de facebook.
www.davidvanbylen.com
