El danés Elias Bendix ha tocado con bandas de Nueva Orleans, asistido a fiestas hippies en la selva mexicana, además de haber actuado nada menos que con el provocador genio de Mineápolis Prince. Su residencia y educación en Francia e Italia también añade sabores a su peculiar propuesta. Se trata de un explorador que se toma al pie de la letra lo de convertir su música en un viaje de constante descubrimiento, y su principal misión: unir a las personas a través de su sonido.
Ahora, tras publicar los singles “Time to Make a Better Day” (fanlink), “Revolution” (fanlink) y “Superheroes” (fanlink) presenta su álbum «Puzz». Desde mañana, 30 de junio, disponible.
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Elias Bendix: Un explorador que quiere unir a la gente
Su carrera ha estado repleta, una y otra vez, de rodeos. Cambios provocados por su excepcional deseo de explorar el mundo a través de la música. Es por esto que se siente muy cómodo sorteando fronteras. Eso sí, pegado siempre a su guitarra, auténtica y fiel compañera a lo largo de su trayectoria.
El destino más reciente donde se ha asentado es un islote de funky-pop cristalino, con matices electrónicos y donde se abraza en las letras la complejidad del amor. Lo iremos descubriendo en este 2021 al tiempo que se vayan revelando hasta 3 sencillos. Todos, avances de su próximo álbum de estudio.
Antes de su actual propuesta, la que como decimos iremos degustando mientras caminemos por el 2021, Elias se había decantado por un puro éxtasis de rock bajo el seudónimo Cosmic Clown. A su vez, nunca aparca lo de dar conciertos de jazz respaldado por instrumentistas de cuerda y viento. Esta es en esencia la clave de puzle que nos propone el artista. Su principal objetivo es dejar espacio para todo, uniendo a las personas a través de la música, consiguiendo que todos nos sintamos parte de algo más grande.
Cuando era niño, saltaba en el sofá impulsado por la energía de bandas como Nirvana y canciones tan grandiosas como “Smells Like Teen Spirit”. Desde aquel entonces, la música ha tenido una profunda reacción física y emocional en él. Otra cosa que hizo en su momento fue rebuscar en la colección de discos de su tío, la cual contaba con vinilos que iban desde Jimi Hendrix a Dr. Dre. Cuando luego creció tanto en Francia e Italia, la música se convirtió en su instrumento principal con el que comunicarse. Él mismo aseguraba ser un chaval rubio que chapurreaba los idiomas, pero que siempre lograba expresarse con la música.
Elias Bendix hizo su primer concierto en la isla de la Cerdeña (Italia), en un acantilado y como parte de la peregrinación psicodélica Duna Jam. Desde entonces ha viajado y tocado en sitios como Nueva Orleans, México, Argentina, o España, dejándose llevar siempre por los estilos musicales locales de cada país. Por ejemplo, en Nueva Orleans acabó liderando una de las tradicionales segundas líneas actuando incluso la legendaria Treme Brass Band ¡Ah! Fue en Dinamarca donde sucedió lo de compartir escenario junto al inimitable y tristemente fallecido ‘genio de Minneapolis’ Prince.
Además de aprovechar como nadie sus viajes, Elias se inspira también de otras maneras. En diferentes fuentes musicales. Últimamente lo ha hecho redescubriendo el funk ingenioso y fresco de David Byrne, Jamiroquai y por supuesto Bag Raiders, Empire of the Sun, Cut Copy o Hot Chip. Él también se empapa de las armonías y atmósferas de artistas como el bajista Avishai Cohen, el trio de jazz sueco Esbjörn Svensson Trio y estrellas del indie-rock como Damon Albarn o Grizzly Bear. Es por todo esto, y mucho más, que un concierto de Elias Bendix es un menú completo donde se dan cita desde la ductilidad del neo-soul a los ritmos latinos pasando por… todo lo que él quiera.
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