Tras sorprender -y remover conciencias- con ‘El sistema es mort’, este músico barcelonés rompe con su primer EP en el que ahonda en la electrónica industrial, pop lo-fi y post-punk periférico, cantado en catalán. Gran Bèstia en ‘La part fosca EP’ -desde su evidente querencia por un eclecticismo oscuro en el que prima lo introspectivo y emotivo- apuesta por la experimentación libre, pura y dura. Una vez más través de sus personalísimas canciones -en este caso ‘El sistema es mort’ (single), ‘Fràgil’, ‘Estimo el meu gat’ y ‘Creu en tu’- pretenden mostrarnos su parte más íntima, emocional y, sobre todo, explicarnos cómo es su vida. “Este EP titulado ‘La parte oscura’ nace para sobrevivir, para encontrar un lugar, una identidad. Una lucha constante contra lo establecido”, aclara el propio artista. El EP ha sido mezclado por Eduard González a 8 Bits Estudi. Hablamos con Gran Bèstia, no te lo pierdas…
-Hola Gerard, lo primero es casi obligatorio, ¿de dónde viene este curioso nombre de Gran Bèstia?
Este nombre siempre lo dice un amigo mío cuando ve a alguien que aprecia, es un saludo con elogio…te saluda diciendo: «Ei Gran Bestia! ¿Cómo estás?» Y esto me resultó simpático.
-Tú no eres lo que se dice estrictamente nuevo, ¿dónde empezaste a hacer música, en qué bandas y proyectos has estado antes de Gran Bèstia?
Siempre he tenido la música como pasión y soy un melómano, un enfermo. He tocado con bandas como Bulma, Bugies, Llorenz y he intentado una decena más de proyectos. Estudié solfeo pero plegué en 4.º porque me parecía nefasto la enseñanza tan ortopédica y arcaica que se usaba en la hora de adquirir conocimientos, yo quería tocar punk y heavy, pero no hubo manera…
-¿Y por qué ahora te decides a dar el salto en solitario?
Después de una crisis personal muy fuerte, de caer en una depresión grave, y de sentir frustración, rabia y mucha tristeza, necesitaba transmitirlo de alguna manera, y como que me cuesta mucho de explicarme y sacar mierda, lo hice a través de la música. Ahora el 2021, necesito pasar página de aquel momento y sacar el EP y ponerme a grabar nuevas canciones, para dejar atrás la oscuridad.
-En este primer EP -‘La part fosca’- ahondas en una electrónica industrial, pop lo-fi y post-punk periférico, ¿son los estilos musicales en los que te sientes más reflejado y cómodo?
De todo el bagaje musical y la pasión que tengo por la música nunca me he cerrado en un solo estilo y he escuchado desde el hardcore melódico norteamericano, el grunge, el punk, la electrónica e incluso funk, el ska, el reggae y lo que me echen si me hace “sentir”.
-Lo de cantar en catalán es algo tan natural para ti que no merece ni comentario, ¿verdad?
Iba a decir que “no hace falta decir nada más2 (Risas), pero es el idioma materno, el que fluye natural, el de toda la vida, siento, hablo y sueño en catalán. Y tengo la suerte de haber aprendido en la escuela tres lenguas.
-Escuchando el EP es evidente tu querencia por un eclecticismo oscuro en el que prima lo introspectivo y emotivo; pero también -que con Gran Béstia- apuestas por la experimentación libre, pura y dura… ¿siempre estás a la busca de nuevas sensaciones sonoras, sin poner límites a las mismas?
En cuanto al concepto inicial de Gran Bèstia es la experimentación pura y dura, sin filtros ni límites. En esta ocasión me inspira muchísimo los grupos de electrónica, synth wave o synth pop como Depeche Mode, Moderat, Metronomy, LCD Soundsystem el sonido industrial de Prodigy, NIN y la sencillez acústica y experimental de The Notwist, Zoot woman o algunas canciones más instrumentales y pausadas de Refused, la indie de The Public Service Broadcasting, Porches, etc. Es todo un abanico de estilos mezclados, que a la vez de ponerme a trabajar, parto de una idea y se va nutriendo poco a poco del que he bebido a lo largo de los años.
-En la NDP que acompaña al lanzamiento dices que “Este EP titulado ‘La part fosca’ nace para sobrevivir, para encontrar un lugar, una identidad”, ¿lo tuyo es una lucha constante contra lo establecido? ¿E incluso contra ti mismo?
Si, cada canción es un reto y un abominable salto al vacío, depende de cómo me despierte y que tipo de música quiero escuchar, hago lo que surge, es una constante lucha conmigo y cómo ser humano. Hay mil sensaciones y momentos en que uno se siente de una manera u otra, y eso lo intento plasmar en las canciones.
-¿Podemos concluir, en este sentido, que la música es para ti el mejor antidrepresivo?
Totalmente, después de sufrir una depresión y muchos estados bajos de ánimo, la música es la mejor medicina, creando, escuchando y nos hace sentir libres.
-¿Por qué elegiste ‘El sistema es mort’ como primer single? ¿Lo ocurrido en Cataluña aquel 1-O es algo que ha marcado tu vida más reciente? ¿Qué tal ha sido la acogida del tema?
Estoy muy contento con la acogida en los medios nacionales, aunque en Catalunya casi que no ha tenido ninguna repercusión. Eso si, mis amigos les encanta, o eso dicen (Risas). Hay un monopolio muy fuerte en la industria de la música, sea indie o cualquier estilo, muchas veces sólo se da cobijo a las grandes bandas ya consolidadas. Creo que todos debemos aprender a apreciar descubrir nueva música, ahora que tan globalizados estamos y tenemos las herramientas y sólo nos falta educarnos en lo desconocido y atreverse a descubrir. Gran parte de estas inquietudes deberíamos plantearlas con un sistema diferente de educación. Motivar a la crítica, a defender criterios, a generar dudas y plantearse más allá de lo que nos quieren vender.
El acontecimiento 1-0 en Cataluña nos rompió la esperanza a muchos, ya no independentistas y no independentistas, sino el sueño de ser libres planteada en una democracia que nos hemos dado cuenta, tanto unos cómo otros, que no existe.
-Háblanos sobre el video que ilustra el single, ¿hay mejor forma que lo naif para denunciar cosas tan flagrantes y graves como las que abordas en este fascinante clip de animación?
El clip es una brutalidad creada por Àlex Mestres, un amigo de Vilanova i la Geltrú, que montó todo el clip sin ninguna directriz, creándolo todo a su entendimiento partiendo de la canción. Me encanta su forma de transmitir, desenfadada, divertida, caótica, con ingenio y mucha provocación. Era un reto, transmitir la idea de la denuncia con una animación, pero lo ha conseguido con creces.
-Cuidas mucho toda la estética de Gran Bèstia; desde el logo, pasando por las gráficas de las covers y las camisetas, el video, tu propia imagen con la barbaza y las rayban etc. ¿Hasta qué punto es importante para ti lo visual, lo arty, etc.?
Trabajo en este campo como profesor de arte, pero normalmente el proyecto se nutre de amigos, es cómo una cooperativa musical dónde intercambiamos proyectos porque nos flipa. Yo hago la música para animaciones que me pasan y viceversa, así creamos una familia artística y de km0. El logo y las animaciones normalmente cuento con la “Gran Bestia” super profesional de Jaume Osman (@osmangranda) porque es muy crack y me encanta su manera de imaginar formas y colores, una ida de olla. Lo de las fotos soy así, tal cual, visto así y me comporto cómo soy, no hay ni trampa ni cartón (Risas).
-Volvamos al EP. En ‘Fràgil’ abordas, desde el mismo borde del abismo, el peliagudo mundo de los traumas; desde el resentimiento, la frustración, la ira y, por supuesto, la fragilidad, ¿es algo que han sentido en tu propia piel?
Sí, no lo parece, pero esta canción es muy fuerte, habla de la fragilidad del ser humano cuando tiene un trauma. Porque creo que es bueno recordar los malos momentos y saber que hemos progresado, pero desfogarse y soltar todo lo que te apetezca es liberarse y asumir que somos vulnerables.
-En ‘Estimo el meu gat’ te adentras en espacios más rockistas -desde lo experimental, sintético y distorsionado- para, desde las diferentes formas de querer, hacer una crítica de la educación canónica que hemos recibido a este respecto, ¿cuánto tiene también de autobiográfico esta canción?
‘Estimo el meu gat’ es un tema grabado en pandemia, en casa y sin muchos medios, tan solo la ayuda de diferentes colaboradores y amigos músicos como Biel Solsona, Gerard Pla y el estudio de Albert Palomar (Aviram Estudio). La canción plantea las diferentes maneras de querer y poner en entredicho la educación que hemos recibido y el aprendizaje vivencial vinculado con este sentimiento. ¿Tenemos que querer igual a nuestros padres y madres? ¿A nuestro hijo que al vecino? Hay mucha gente que quiere más a su perro que a su amigo (Risas).
-Finalmente en ‘Creu en tu’ ahondas en ese pop darky tristón, destellante y 80s -tan grande como bestia- sobre el que se eleva un grito de esperanza por uno mismo, para salir de este largo y tortuoso camino que supone una depresión, ¿es cierto que llevas el título de este corte tatuado en uno de tus brazos para no perderlo jamás de vista? ¿Sin autoestima no hay futuro?
Sí, llevo una onda sonora dónde me grabé la voz diciendo el mismo estribillo “Creu en tu, estima a qui t’estima” («Cree en ti, ama a quien te ame»). Es una regla a seguir y me lo recuerda cada vez que la miro. Sin proyectos no hay autoestima y sin autoestima no hay proyecto porque hay que darle un sentido a nuestra vida.
-Terminando Gerard, ¿dónde y cuándo te podremos disfrutar en directo, sobre un escenario? ¿Te acompañarás de banda o irás solo ante el peligro?
En principio el grupo no estaba configurado para hacer el directo, sobre todo porque cuando estaba a punto de componer el grupo, vino la pandemia y principalmente, contaba con la presencia de Biel Solsona (teclados) y lo Gerard Pla (Batería). Pero todavía está todo por definir. Sí que este proyecto está basado en la colaboración de diferentes músicos según la canción y por tanto, el directo está para definir pero seguramente que próximamente podré configurar alguna banda un poco estable o cuando menos, llevarlo al directo con diferentes músicos cada vez…