La Razzmatazz 2 se iba llenando a cuenta gotas. Me And The Bees fueron los encargados de calentar motores a un público asistente que entre charlas y fotografías se preparaban para la que lo que les esperaba. El grupo defendió varios de sus temas de manera carismática aún y sabiendo que el público que tenía delante había acudido al encuentro de otra banda, la misma que llevaba su nombre en el bombo de la batería sobre el escenario: The Vaccines.
El momento esperado llegó y los miembros de la banda británica entraron en el escenario con paso lento mientras la multitud, la mayoría jóvenes, les recibía a base de gritos y euforia.
Sin pronunciar palabra y una vez todos en sus puestos, se dispusieron a dar el cañón de salida con “Handsome”, un tema de su nuevo disco English Graffiti (2015), el cual no dejó indiferente a nadie entrando en nuevos territorios sonoros. A partir de este momento, las luces parpadeantes tomaron posesión de la sala y el público se rindió a los pies de The Vaccines desde el primer segundo. Supieron cómo hacerlo. Fue fácil mantener el momento clímax debido a la combinación de temas, empezando con canciones de sus discos anteriores como “Teenage Icon”, “Ghost Town” y enlazándolas con otras más recientes y no por ello menos importantes “Dream Lover”, “Minimal Affection” o “Give Me a Sign”.
Pero uno de los momentos más álgidos de la noche se produjo cuando Justin Young -cantante y guitarra rítmica- introdujo uno de sus mayores hits “Post Break Up Sex”. A partir de ese momento el concierto fue In Crescendo con temas como “I Always Knew”, “If You Wanna” hasta abandonar el escenario con su “All In White”, una inyección de adrenalina que hizo que el público quisiera más.
Y responiendo a sus reclamos, Justin reapareció para compartir con el público la versión acústica de “No Hope”. La sala se llenó de una energía especial y única y ya en los últimos acordes aparecieron de nuevo el resto de los integrantes del grupo. Pete Robertson en la batería, Árni Árnason en el bajo y Freddie Cowan como guitarrista solista. Todos listos para dar la traca final con “Blow It Up” y “Norgaard”, que pese a durar escaso minuto y medio animó lo bastante al público asistente.