DAVID VAN BYLEN PRESENTA SU ÁLBUM ‘DISCO DU SOLEIL’

Sí, a David Van Bylen se le conoce -en todo el indierio nacional- porque es el cantante de la banda dance-rockista Estereotypo, pero también por ser uno de los DJS, productores y remezcladores que mejor han entendido, sustanciado e interpretado las necesarísimas sinergias entre el pop y la electrónica. Sin duda es reconocido como el remixer número uno, y de referencia de la independencia sónica patria; gracias a él -y a sus más de 100 remixes y mashups publicados– el indie nacional se baila -en clubs y festivales- y de qué manera. Su diestra y valiente mixtura de estilos -en el que hay lugar para pop, rock, indie, electrónica, disco, funk, soul, house, jazz, hip-hop, electro, etc.- convierte su sonido en un crisol divertido e irresistible con una querencia clara hacia el club. Imprevisible, inclasificable y colorido, así es el sonido de David Van Bylen, y de este ‘Disco su Soleil’ que, ahora presenta en público, y que supone un paso denodado y fundamentado hacía lo electrónico.

UN TRABAJO CON GANCHO, INSACIABLE, REDONDO Y SIN TRAMPA NI CARTÓN

Sin duda lo primero que se percibe tras la escucha de los temas de ‘Disco du Soleil’ es la libertad total y descarada desde la que Van Bylen imaginó este álbum y lo ha ido pariendo. Aquí no hay modos, ni modas; no se conocen ataduras estilísticas algunas; no existen obligaciones comerciales que puedan desvirtuar una idea original que se han convertido, a base de muchas horas de trabajo, en un disco que, además, es un sueño cumplido. Y es que, si algo tenía claro este mallorquín, residente en Santander, es que no quería hacer temas que por decreto tuvieran que tener una estrofa, un estribillo o un videoclip, para nada. Bajo un potente influjo internacional -en el que podemos atisbar aires clásicos (de Moby, Daft Punk o Fatboy Slim) perfectamente sinergiados con nuevas propuestas de artistas como Disclosure, Justice, Miami Horror, AlunaGeorge o Flume– David Van Bylen se ha inventado un universo sonoro propio -y atemporal- en el que todo es frescor, baile y pop. Y es que sí, este ‘Disco du Soleil’ es un trabajo con gancho, insaciable y redondo -y de verdad, sin trampa ni cartón- en el que priman los sonidos electrónicos y analógicos, pero sobre todo lo hace el pop, entendido desde su más rabiosa contemporaneidad. Aquí suena electro y disco, pasando por house, deep house, tech-house, nu-disco, french disco, funk, r&b o hip hop y siempre con el pop en el centro de su misma alma.

Un infeccioso groove -funky hasta la médula-, destaca en temas como la pegadiza, soleada y naif ‘Kindergarten’ y ese ‘Love 24h’ que es un descarado tributo al gran Jacko; la indolentemente marciana y nu-rave-houssie classy ‘Disco du soleil’ y la muy daftpunkiana ‘Black Boots’ y todo ello siempre sobre una producción impoluta y perfectamente alicatada. Van Bylen, en ‘No Reason’, muestra su cara más pop y 90s, aquí canta sobre nubes sintetizadas y lo hace desde su elegante y amplio corazón. ‘La boutique du parfums’ nos sumerge en un ensoñador dream-house-soul sintetizado en el que su voz nos acuna suavemente También, en la agradable y loopeada ‘The sound of the road’ descubre su lado más hedonista y a la par sensible, con un estribillo que se derrite (literalmente). La fiesta sigue, y se pone más seria ya bien entrada la madrugada, con la sofisticación deep-house de ‘M J is in da house’, un hitazo bailongo, vocal y aterciopelado en el que Van Bylen se acerca al sonido clubbing-bass de UK con un gusto exquisito que remata con, quizá, el tema más descaradamente club del álbum; hablamos de ‘Don’t look at the mirrorball’, un compendio de disco-house-synth pop absolutamente delicioso de principio a fin. Cierra el álbum ‘Soleil du soir’, como notable y bello colofón a un disco que es una montaña rusa de sonidos y emociones y que tiene algo único en estos tiempos que corren: capacidad para hacernos felices (bailando) desde la sorpresa y el riesgo. (Fernando Fuentes, mayo 2017)