Hasta altas horas de la madrugada se celebró el festival Electromar con la asistencia de 8.000 personas, entre electromarinos y veraneantes de la zona levantina que en estas fechas llega a registrar el 100% de ocupación. El festival, que recoge el testigo de ediciones anteriores con un aire artístico totalmente renovado y con un ambicioso presupuesto cumple así una ajustada previsión que espera ampliar en la próxima edición con el firme compromiso de apoyo del ayuntamiento torrevejense.
A las seis de la tarde, con un calor de agosto y con la premisa de celebrarse en un fin de semana en el que han coincidido otros eventos musicales similares, el Electromar abría puertas para ir calentando el ambiente hasta llegar a actuaciones como la de SFDK, el único grupo de hip hop incluido en el cartel que no falló a sus fieles seguidores. En el escenario The Frog´s Tent hacia las once y media de la noche salía una de las cabezas visibles más esperadas a los platos, el británico Steve Lawler para dar paso a Nic Fanciulli y Solomun, que con su house más underground conquistó al público. JP Candela, icono de la escena house española, fue una de las sensaciones del festival congregando a gran parte de los “electromarinos”, junto con el set de Gonçalo, que ha repasado los hits mas actuales en un set frenético tras el brutal directo de Gaiser.
Hacia las 03.30h de la madrugada y terminada la actuación de uno de los grupos de Djs claves de la noche, los franceses Dirtyphonics, llegaba el cabeza de cartel, el estadounidense Steve Aoki, al que Luis María Tizana, Concejal de Cultura y Dj Nano entregaron el tradicional símbolo marinero “Barco de Sal”, uno de los premios emblemáticos más importantes que otorga el Ayuntamiento de Torrevieja y que en años anteriores lo han recibido artistas como Shakira o Depeche Mode. Su show, con una especificación espectacular, se llevó el momento álgido del festival al invitar a los mismos Dirtyphonics a un escenario lleno de tartas de nata, barcas y colchones hinchables.
La exquisita técnica del productor londinense Ben Sims, la rotundez escénica de la pareja brasileña Pet Duo y la sesión de una de las pocas féminas en la mesa de mezclas, Candy Cox pusieron el punto y final a una larga madrugada de tendencias electrónicas. Nos vemos el año que viene, electromarinos.
/www.electromarfestival.com
(NOTA DE PRENSA)