Nadie es profeta en su tierra. Ni falta que hace, opinamos algunos… o sí, piensan otros. Sea como fuere Finest Cut Records es un nuevo sello, dedicado a la producción y difusión de sonidos electrónicos y club, por el que corre inequívocamente sangre sonora levantina pero que parece abocado al fulgurante éxito en lugares no tan cercanos, sureños y soleados.
Los conocidos y celebrados djs y productores Andrés Arias y Carlos Cmix -los dos, además, conforman el dúo Loiter- han unido fuerzas, talento y ganas de progresar con Iñigo Surio aka Dj Largo para sentar las bases de una novedosa y emergente plataforma discográfica, a través de la cual poder dar vida, y cancha nacional e internacional, a su propio material sonoro, ese en el que las sinergias entre el tech-house levantino y el underground londinese son evidentes, latentes y constantes. Precisamente es en la capital del Támesis –¿se os ocurre lugar mejor?- donde tuvo la presentación oficial de Finest Cut Records en marzo de 2011, concretamente en el prestigioso Club Egg y con la participación de Edu Imbernon; y meses más tarde, ya en España, en el festival SOS 4.8 de Murcia con gran éxito de público –bailongo masivo- y buenas críticas -destacables reseñas de los que más saben del asunto-.
Desde ese momento las actuaciones de los mentores de F.C.R. en la escena club de Londres es permanente y reclamadísima.
Dando por hecho que el armazón sonoro de Finest Cut Records está alicatado con los mejores ritmos del tech-house y aledaños, de innata proyección internacional, es de obligada y feliz mención reconocer que el label tiene también especial debilidad por el deep-tech-house sofisticadamente vespertino y el techno de alto octanaje. Todo ello siempre pasado, de forma valiente y descarada, por ese tamiz mediterráneo que tan bien les sienta a esos ritmos sintéticos paridos allende el Atlántico. Su intención inmediata es editar, con una interesante frecuencia, temas originales y remixes tanto de nuevos nombres -que empiezan a labrarse camino en el proceloso mundillo de la electrónica de club española y británica-, junto a otros artistas consolidados, y dotados de amplio bagaje, en la escena europea y mundial.
Probablemente el verdadero leit-motiv de Finest Cut -y de sus tres ideadores y gestores- es cohesionar estilos dispares, maridar efervescentes sabores sonoros siempre en busca de un son propio que los haga diferentes, tanto en su ciudad y país -donde ya son profetas rompiendo la maldición del dicho evangélico-, como en U.K., donde ya nadie les pide el pasaporte a la hora de bailar sus sets hasta caer literalmente rendidos.
Fernando Fuentes/FFUENTES.COM
