Con apenas un EP bajo el brazo (Panth – Banned In Vegas, 2017), publicado hace poco más de un semestre, y con una carrera que aun no ha alcanzado su primer año de vida, el proyecto solitario del ex M.A.D., Galera, es una brisa de reconfortante aire fresco en el panorama de la electrónica nacional. Acaba el año luego de destacadas actuaciones locales (Artenou, O Marisquiño, Manrusiónica, Laut) y luciendo su directo como soporte de Tycho en su gira nacional y pone la mira en conquistar la atención del público una vez más, en esta ocasión con un EP de tres temas conceptualmente muy profundos, maduros, vibrantes.
El título del EP (Havana) proviene de una idea que rondaba la cabeza del productor originario de Rubí de incorporar percusiones que le traen reminiscencias de lo que sería una selva en la ciudad, y qué mejor referencia a una ciudad-selva o una selva-ciudad que la propia Habana, con esa libertad y a la vez esa contención, con esa manera tan particular de vida, tan audaz y combativa a la vez que dominada. El viraje ortográfico que transforma la B de La Habana en la V del título de este EP, no es otro que una coartada perfecta por medio de la cual, Galera toma prestada la V de ‘Selva’ para incorporarla a esa Havana imaginaria que motiva esa genialidad musical que nos presenta.
Por medio de tracks de nombres tan sugerentes como D’Ella, y su inspirada nostalgia en un amor efímero, pero no menos salvaje y urbano a la vez, o el propio Foc, ese fuego que toda selva se debe preciar de tener y generar, salvaje, intenso, indomable por momentos, Galera nos lleva de la mano en un recorrido personal por esa selva, por esa Havana interior, que culmina con la genial Chez Montull, todo un homenaje a su ciudad natal (El Prat) y a un bar de nombre homónimo propiedad de su tío, el cual guarda referencias selváticas de una barriada entre urbana y salvaje.
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(NOTA DE PRENSA)
