Hace muchos años creía que mi obligación era ver todo lo que programaban. Hacer crónicas exhaustivas. Sin embargo, con los años (10), ya no soy tan ambicioso (o eso pensaba, este texto me ha vuelto a quedar extenso). Y eso que no abarca sus 25 ediciones. Haré un gran esfuerzo de concreción para hablarles de esta. Fue escrito en su mayoría durante el festival en catalán. Pues lunes después del festival empezaba a trabajar en una redacción catalana. El reto era conseguir escribir con fluidez. Espero que valoren mi doble esfuerzo y lleguen hasta el final de esta crónica. Os prometo que este año me centré en observar con cuidado y elegir con cautela el repertorio de propuestas vistas en su vigésimo-quinta edición. Este año preferí “dar poquitas palmas pero buenas”, expresión arraigada al mundo flamenco, un guiño a Rosalía (de la cual os hablaré más adelante), es decir, preferí elegir un concierto y disfrutarlo sin prisa. Despacio (otro guiño, esta vez a 2manydjs y a LCD Soundsystem). Hablemos, ahora sí, solo del Sónar Festival. Y aconsejo pasar por la web de Culturebox para ver muchas de las actuaciones y dj sets del festival.
Todo comenzó con Ivana Ray Singh en el Village. Verde césped artificial para un céntrico y enorme escenario bañado por los rayos del Sol. Apenas concurrido las primeras horas del festival. Luego a Despacio, cerca de los hermanos Dewaele (2manydjs) y de James Murphy (LCD Sondsystem). Ellos centrados en poner sus discos. Y todo pensado para que el centro seas tú, rodeado de torres 360 de McIntosh. El mejor sonido y selección posible asegurados.
La fiesta africana de Diplo
Ahora conocido en Twitter como Diblo, fue el encargado de proponer para el escenario central a más de una decena de artistas originarios de África que pusieron a bailar al escenario del Village. Les recomiendo algunos Kampire, Mr. Eazi, Distruction Boyz. Sin querer vi a JOJOJO!, King Doudou y Yaeji. Propuestos por We Are Europe, nueva iniciativa del programa Europa Creativa de la Unión Europea, formada en asociación por ocho festivales del continente.
Flamenco y vanguardia. El Niño de Elche y el bailaor Israel Galván
No hay problema. Pude ver entero a Niño de Elche con Israel Galván. ‘Cantaor’ y ‘bailaor’ adelantados a nuestros tiempos. Es la tercera vez que veo una de sus distintas propuestas escénicas y no tengo palabras para describir lo que hace. Galván, el ‘bailaor’ se mete de lleno en esto de experimentar con el flamenco. Su certero zapateado y noción del compás y palos clásicos nos dan un asidero para mantener siempre la atención en su puesta en escena y variedad de recursos para alterar la voz y compases: un arpa de un piano para pisotear y tocar a voluntad, un escenario sonoro e interactivo, una máquina vibratoria para alterar la voz del artista mientras rebotan sus carnes. Y así, sin dar tregua y arrancado todo tipo de emociones de los ahí presentes.
Un mazazo musical y visual muy nipón
Kode9 con el VJ (vídeo-jockey) japonés Koji Morimoto y sus gráficos de juego de arcadia, ‘Rage in The Streets’ (una especie de Double Dragon). Genial descubrimiento (os confieso que a veces descubres cosas que no conoces por descubrir otras cosas nuevas y al final los planes siempre cambian un poco). Kode9 es el jefe del sello Hyperdub. Dispone de sonidos impredecibles y bajos potentes. No sé cómo lo consigue, pero siempre suele arrastrar a todos a su universo sonoro y visual. Este año se inspiró en la música japonesa de videojuegos. Morimoto es animador de películas de culto como ‘Magnetic Rose’ y ‘Dimension Bomb’. Konx-Om-Pax trabajará sobre las imágenes de ‘Streets of Rage’ 2 y 3 y ‘The Revenge of Shinobi’, y aportará su visión personal a la obra del legendario animador Kōji Morimoto.
Luego el amigo de los amigos y gran músico toda su vida. Gabriel Berlanga. Artísticamente, UNDO (se pronuncia como si estuviera escrito en inglés, pero aquí absolutamente nadie lo hace). Pilar de la escena electrónica barcelonesa. Multifacético compositor, cantante, guitarrista, bajista. Este año unía sus dos pasiones: el techno y el indie pop. También ha sido programador de un club de referencia: Razzmatazz.
Lo de siempre, caray, me perdí Muévelorreina. Pero por el otro lado descubrí fascinado a Putochinomaricón, y espero que alguno de ustedes también. Carismático y peculiar. Creo que su familia es originaria de Tailandia. Pero eso no importa. Propuesta divertida. Orgullo musical y con un mensaje bien queer.
Sónar +D conocimiento, colaboración, cultura y networking
Siempre tengo una cita ineludible con el Sónar+D. Este año, dos. La primera con Susan Rogers (Berklee College of Music). Escuché toda la entrevista con Peter Kim y más colegas periodistas. Pero merece un artículo aparte. Rogers fue técnica sonora de Prince durante sus años más prolíficos. Habla del cerebro y de la pasión, los papeles dispares que juegan en la fórmula del éxito musical. Paradigmático caso: The Shaggs, grupo de mujeres que a penas podían hilvanar dos acordes seguidos y con una percusión primaria. Pues este grupo de Baltimore sería un ejemplo de pasión. La virtud o punto medio estaría con The Velvet Underground. Y, en el otro extremo, un artista como Prince. Repasen en casa el caso The Shaggs, es flagrante.
Laurent Garnier, el mejor amigo que el Sónar podría tener
Primer dj distinguido como ‘Caballero de Honor de la Legión Francesa’. Hablar de Garnier es hablar de todos los días del festival. Cerró el jueves de día, primera vez que acababa en la medianoche del jueves. Invitado de excepción que también cerraría el invitado favorito de todos los amigos del festival el SónarPub. No sé si puedo hablar de que al final del festival la organización se quedó con su amigo Garnier para disfrutar de música “back to mine”, es decir, la música que pondrías en casa cuando llegas de una buena fiesta o de haber dado una sesión musical intensa. Así se despidió el Sónar, en familia. Llenos de amor y con la convicción de otro año de récord: lleno absoluto y la satisfacción del trabajo bien hecho. Felicitaciones, un año más a la organización y el trato que nos da a los periodistas. ¡Felices 25 y por 25 años más!
Este año noto que me hago viejo. Pues con los colegas periodistas todo son quejas sobre lo mucho que nos exige este festival año con año. Es una cosa que una vez que empiezas temprano un jueves, ya no se detiene hasta que sale el sol el domingo. Gracias RedBull y Lavazza, sin ánimos de colar un gol publicitario, pues sí hacen el Sónar algo más llevadero.
Minicrónica viernes
Nuevo descubrimiento: En los últimos años, SOPHIE ha desafiado y redefinido las ideas de la cultura pop con su música dura pero hermosa, llena de elementos familiares que son utilizados de formas totalmente inesperadas. Desde el lanzamiento de su álbum de debut, «Product» (Numbers, 2015), su maravillosa y desafiante marca de producción la ha llevado a colaborar con artistas como Charlie XCX o Vince Staples, entre muchos otros. 2017 fue el año en el que SOPHIE se situó por primera vez frente a una cámara y un micrófono, con la asombrosamente tierna «It’s Okay To Cry».
Lo mejor del Hall: Rosalía fiel a los viejos cantes en toda su amplitud pero desde una rompedora e inusitada óptica. No en vano, ya se habla de ella como «la cantaora que una nueva generación necesitaba». Rosalía actuó por primera vez en Sónar con un show diferente a todo lo que ha hecho hasta ahora, para presentar su nueva obra, «El Mal Querer», un disco producido junto a El Guincho que ya se avanzado con un excelente primer single: “Malamente”.
Se recuerdan pocos debuts discográficos que hayan despertado tan inmediata expectación. Rosalía es voz y artífice junto a Raül Refree de «Los Ángeles» y mucho más, ya que esta cantaora está llamada a convertirse un talento exportable. Su actuación en Sónar significará la presentación de su nuevo trabajo. Descúbrela.
Lo mejor del Complex: Islandia sigue dando al mundo músicos con un talento realmente inusual. Ólafur Arnalds es uno de los más relevantes de los que han traspasado las fronteras de la isla para llegar al gran público, moviéndose con naturalidad entre las bandas sonoras, la música clásica, el pop y la electrónica, dominando por igual cuerdas, pianos y sintetizadores.
Cierre de la noche del viernes de día: La presencia de Black Coffee en las ligas mayores del clubbing internacional. La música del artista sudafricano, bien con sus propios releases o con sus maravillosas sesiones, es perfecta para complacer a un amplísimo espectro de público: soulful house y afro funk con un toque emocional y un groove cálido. Un estilo que encaja como un guante para el cierre, en el escenario de SonarVillage.
Nota mental: Me doy cuenta que mis textos son igual de largos que el festival. Creo que eso, en parte, es hacer un buen trabajo. Espero que os hayan partido en trozos esta crónica. Yo sigo con mi esfuerzo fallido de concreción:
El Sónar llegó a su final con novedades. El próximo año se recorre a julio (qué calor) los días 19, 20, 21. Todo por un evento en junio que Barcelona ha preferido priorizar por encima del Sónar. ¿Qué será? Nada emocionante. Se trata de un congreso de la industria textil. Además, al Sónar no le ofrecieron ninguna opción de negociación. Recibimos la noticia con sorpresa. Gran ocurrencia del festival la de enviar música al espacio para contactar con vida extraterrestre. Éxito absoluto, pues todos los días vi a personas que no pueden ser de este mundo bailando y exhibiendo su alienígena manera de ser en todos los escenarios y eventos del Sónar.
Este año he detectado muchos cambios en relación a anteriores ediciones. Vamos a ver algunos de ellos. Novedades: el jueves ya no tiene un concierto inaugural al que acceder coleccionando etiquetas de cervezas. Ahora el jueves dura hasta la medianoche. El resto de días, el Sónar hacía coincidir el cierre del Village (Black Coffee, 2manydjs) con las cabezas del cartel (Gorillaz, LCD Soundsystem). Estrategia muy buena para tener a las diez a mucha gente ya preparada en la Fira de Espanya, el recinto donde ocurre la magia nocturna.
Gradualmente te quedas sin energía, tiempo y aún nadie ha conseguido el don de la ubicuidad, necesario para poder hacer la cobertura perfecta. Aunque el festival nos da en streaming y diferido la oportunidad de vivir algunas cosas que no pudimos ver por culpa de los malditos solapamientos. En esta línea, recomendar que se pasen por la página de CultureBox, web francesa que cuenta con la mayor cantidad de vídeos de los directos con gran calidad de audio.
Despacio is happiness!
Bienvenidos de nuevo Despacio. Suponemos que han vuelto para celebrar los 25 años. Sin embargo, si no pueden volver otra vez los hermanos Dewaele (2manydjs) o James Murphy (LCD Soundsystem). Solo por la experiencia sonora de las torres Mcintosh, lo convierte en un escenario necesario y que nadie querría perder en próximas ediciones del Sónar de día.
El SónarCar de la noche cada año se aleja más de los carros. Dj Harvey lo hizo muy bien el tiempo que lo vi. Eso sí, no consiguió lo de John Talabot, él me imposibilitaba salir de ese escenario, pues no podía dejar de bailar y de sentir una envidia muy sana por la colección musical con la que se presentó esa noche.
En el Sónar XS tenemos otro escenario que ya se ha hecho su lugar al presentar propuestas locales, locas o novedosas. Así Putochinomaricon, Nathy Pelusso, Lory Money o Steve Lean. Música urbana, orígenes y destinatarios de lo más diversos. Sin embargo, parte del panorama local, vivan donde vivan, aquí es donde han elegido crear y rodearse de artistas que hagan sus sueños musicales posibles. La escena local es más inclusiva que nunca y el talento se prodiga en los géneros más diversos. A veces las letras urbanas no me ayudan a apreciar lo que sí escucho cuando me centro en el nivel de las producciones de los artistas noveles. Escucho talento. Tenemos cantera para muchos años. Y eso es bueno. Hablaremos más de esta escena, pero ahora tengo que correr al próximo concierto (y son en total aproximadamente unos 250).
GORILLAZ Y LCD SOUNDSYSTEM
Otro año más, las sensaciones han sido inmejorables. Gané la apuesta de que se superaba la cifra récord de asistentes al festival. Más de 126.000 de 119 países. El contacto con la organización, trabajadores y directores del festival ha sido muy gratificante como profesional. La programación de Gorillaz y LCD Soundsystem para atraer al mayor número posible de personas a las primeras horas de la noche también ha sido un acierto. Algunos colegas periodistas decían que igual los que están detrás de esta decisión son los de Estrella Damm. Si fuera por la organización, mimarían a su público para que puedan disfrutar al máximo de toda la oferta musical del Sónar de día y de noche.
El cansancio, poco sueño, dolor de espalda y pies; litros de café y Red Bull dan unos resultados que permiten escribir estas líneas en un estado alterado de consciencia. Es algo vocacional y también la experiencia que dan los años. No me gustaría quedar deslumbrado por la luz de una farola pensando que es un show audiovisual, mientras lo que suena es el ruido de láminas de acero que rebotan por culpa de las ondas expansivas de la música, creando un estridente resultado de lo más atractivo para alguien que va con los sentidos completamente enervados y retorcidos. El cerebro, capaz de las más locas sinestesias. Otro año más, gracias a Energy Control. No tenemos que lamentar ningún susto relacionado con drogas adulteradas. Aunque al ver las caras de muchos, yo experimentaba un gran susto.
Es sábado, esto se acaba. Son 25 años del Sónar y diez míos con la acreditación colgada en el cuello (somos miles así). Este año tenía el presentimiento de que terminaría con un gran final de fiesta. Y así fue, me quedé con los organizadores y amigos del festival bailando ocho horas más de lo previsto. Final por bulerías si hacía falta, homenaje a Rosalía y a El Niño de Elche. Ambos en su mejor momento y llevando al flamenco donde no había osado a llegar antes. A Rosalía la prensa la entronizó al unísono. Yo nunca escribiría algo tan meloso hacia ella, por precaución. Pero su proyecto sí tiene vocación y calidad para comerse el mundo. Es un privilegio que este artículo pueda acercar a más personas a estos grandes talentos que he podido descubrir.
En ninguna otra edición del festival había hecho tanto trabajo tras los bastidores. Me llevo nuevos amigos y ese gusto de coincidir cada año con periodistas que dedican sus mejores esfuerzos a hablar sobre el Sónar.
Para Damon Albarn, Thom Yorke y Rosalía. Gracias por nada. Fue imposible entrevistarlos. Solo Thom tuvo la delicadeza de contestar. No me dio la entrevista, pero al menos estuve cerca. La fórmula para hacer el mejor periodismo musical es la misma de la viralidad. Es decir, no existe ninguna. Se trata de crear experiencias o contenidos que tengan esta capacidad de epatar.
Texto y fotos: Alberto Noriega. Sobrevive a 10 ediciones de Sónar consecutivos. Es periodista (especializado en música) y ocasionalmente pone canciones bajo el moniker de Pinche DJ