A lo largo de los temas que contiene este nuevo ‘Blackout EP’ (Log Lady Records) su autor vira hacia una forma de componer canciones más orgánica, en directa comparación con su anterior trabajo ‘Flash The Massive’– Jugando con sonidos y texturas que atrapan por su rareza onírica y su naturaleza lisérgica. Desde las baterías, más elaboradas, intensas y protagonistas; hasta las guitarras eléctricas distorsionadas y los acompañamientos a nivel textural. Las melodías sintetizadas -arregladas hasta la obsesión- son sugerentes y directas; con una querencia étnica ocasional a celebrar.
Todo ello, gracias a la gran producción del músico madrileño Andrés Costureras (Pshycotic Beats), resulta en un aire general muy noventero, próximo al trip-hop de los icónicos Massive Attack, pero también con evidentes referencias a Depeche Mode, Radiohead, New Order, Stone Roses o hasta al mismísimo James Blake. Sin duda este ‘Blackout EP’ tiene un potencia sensitiva y escapista que lo dota de un atractivo especial. Por supuesto, la voz de L.O.O.F. (Landscape of Outstanding Features) lo pone todo en su sitio y a este artista madrileño en un lugar de privilegio en el panorama de la mejor electrónica nacional.
‘BLACKOUT EP’
Cinco sueños, un viaje psicotrópico, un recorrido por etapas, espiritual y sanador. Los sonidos evocan a zonas aisladas y desérticas, en las que el protagonista vaga solitario, reflexionando sobre aspectos importantes de su vida e interactuando con los estímulos que le presenta el entorno.
‘CHANGE OF SPEED’
‘Change of Speed’ es un fascinante corte de trip-pop misterioso sofisticado y oscuro. Los pads destellean sobre una base percusiva muy bassy y musculosa en la que, de sopetón, emerge un riff de guitarra y una melodía sinuosa y sintetizada que sirven de plataforma para el despegue de la voz de L.O.O.F., entre épica y altiva, muy a lo Thom Yorke.
“En un primer momento L.O.O.F. se encuentra en un coche. Tiene la sensación de que lo han llevado allí a propósito. Él es consciente dentro del sueño que está viviendo. Él está huyendo de un amor problemático del pasado. Según avanza en el camino se siente más sosegado, pero algo en su cabeza le incita a volver a su vida pasada, llegando a la conclusión de que por muy negro que sea el horizonte que le espera, no puede negar lo que en realidad es y quiere ser” (L.O.O.F.)
‘FULLMOON BREATH’
‘Fullmoon Breath’ abunda en ese sonido electrónico, opresivo y cold-wave. Una batería tardía y delantera, y una obsesiva línea de bajo a lo Peter Hook, marcan el ritmo sobre la que de nuevo una bellísima melodía sintetizada lo envuelve todo. Se baila desde fuera hacia dentro.
“Tras este volantazo, toma una actitud más rebelde, se mete en el personaje. Alguien que obtiene lo que quiere sin importarle a quien deja atrás en el camino, porque el fin justifica los medios. Este sueño le hace meterse en el papel de una estrella, que puede hacer lo que le dé la gana y que todo el mundo está pendiente de él” (L.O.O.F.)
‘HAZE’
L.O.O.F. a través de ‘Haze’ nos muestra su cara más pop y entrañable. Aquí su voz evoca directamente al Ian Brow de los mejores y primigenios Stone Roses; para de pronto adentrarse en espacios –trentemollerianos– en los que las melodías étnicas -entre Ravel y ‘El Amor brujo’ de Falla- se sinergian a la perfección con bases esencialmente urbanas. La guitarra se entiende perfectamente con toda esa percusión orgánica mutante y en progresión. Un viaje emocional entre precipicios y abismos íntimos.
“Después de este subidón emocional, de repente vuelve a estar sólo. Su única compañía es el entorno que le rodea, un paisaje que se va transformando, de más árido a más frondoso. Un amanecer con neblina en una especie de campiña. Percibe los olores de la naturaleza, las gotas de lluvia, que le hacen sosegar el alma y fundirse con el entorno”. (L.O.O.F.)
‘THE COLLECTOR’
El punteo arpegiado de ‘The Collector’, y de nuevo ese ritmo trip-hopero, sirve de perfecta introducción para que L.O.O.F. se marque un spoken word sobre una base que, de pronto, se torna motorik, Can siempre vivos. La tensión interna del tema nos retrotrae a escenas dramáticas, a momentos en los que parece no albergar esperanza.
“Acto seguido, el personaje se queda dormido dentro del mismo sueño y despierta en una especie de alucinación, en la que cree ser un antiguo emperador cruel y misántropo, una especie de Vlad el Empalador. Con su ejército a las espaldas, canta que la sociedad en la que vive está alienada, que las personas no piensan por sí mismas y están cortadas bajo un mismo patrón. Decide tomar medidas drásticas, secuestrando a la gente que se encuentra por el camino y convirtiendo sus pueblos en ceniza” (L.O.O.F.)
‘GOING HOME’
Finalmente ‘Going Home’ se deja querer por el soft-rock, desde su alma luminosamente pop y ese ramalazo electrónico que tan bien le sienta. Aquí todo parece volver a fluir desde una visión más mundana de la realidad. L.O.O.F saluda al sol de media mañana, entonando sin prisa, con suavidad y melancolía. Sí, es el momento de despertar.
“El personaje despierta de este doble sueño, justo cuando llega a una ciudad desierta. Una fotografía del pasado en la que todas las personas han desaparecido de repente, como si algo les hubiera obligado a marcharse, y dejar rápidamente lo que estaban haciendo. La ciudad parece del siglo pasado, por el tipo de edificios y objetos tirados por la calle. La ciudad es una metáfora de la fugacidad de la vida, y de que lo realmente importante son las personas que llenan de vivencias y recuerdos los objetos que tocan y los lugares por donde pasan. Tras esta reflexión, el personaje decide que quiere volver a casa, o lo que es lo mismo, despertarse del viaje alucinógeno en el que está sumergido y volver a la realidad”. (L.O.O.F.)
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